Add parallel Print Page Options

18 y exclamaban al contemplar la humareda de la ciudad incendiada:

— ¿Hubo alguna vez una ciudad tan grande como esta? 19 Y, echándose polvo sobre la cabeza, lloraban y se lamentaban, diciendo:

— ¡Desgraciada de ti, la gran ciudad,
fuente de riqueza para cuantos
surcaban los mares con sus barcos!
¡Un instante ha bastado
para convertirte en ruinas!
20 ¡Alégrate, cielo, al contemplarla,
y ustedes también, los consagrados a Dios,
los apóstoles y los profetas,
porque Dios ha vengado en ella la causa de ustedes!

Read full chapter